Permitanme una experiencia personal para hablar de los precios. Fui al
super y la verdad que se entiende muchas veces la indignación
cacerolera. Ver lo que valen artículos de primera necesidad da bronca. Si uno tiene dos dedos de frente es obvio que el pensamiento posterior a esa bronca será comparar la actualidad con los desastres pasados y con los potenciales peligros futuros que podrían ocasionar si volvieran los que los provocaron, e
inmediatamente se tranquiliza y agradece. Pero a lo que voy es a que en medio de todo eso hay algunas pruebas de que la cosa podría ser mejor. Un de esas pruebas está en la foto. Espero que no crean que estoy haciendo publicidad: no tengo idea de quienes serán los dueños de esa empresa. Resulta que esa leche (de buena calidad, puedo asegurarlo) cuesta ¡$2,30! Por supuesto no es de ninguna empresa concentrada ni formadora de precios. Conclusión: hay que
desconcentrar la producción de alimentos. La empresas concentradas y formadoras de precios quieren quedarse cada vez con una mayor tajada y fundamentalmente impedir la distribución de la riqueza. Y de
yapa echarle la culpa al Gobierno por la inflación, para
deslegitimarlo y conseguir otro mas débil que les asegure mas y mas ganancias. Mas empresas, mas diversificación, menores precios. Ojalá se pueda.